La edad de oro en las matemáticas griegas llegó a su fin con la muerte de Apolonio. A partir de los tiempos de Tales había habido una cadena casi continua de matemáticos importantes. Pero, aproximadamente, hasta el siglo III, cuando Herón, Pappus y Diofanto dieron una vez más fama a Alejandría, parece no haber habido ningún matemático de preeminencia.
Herón de Alejandría fue un genio muy práctico con considerables virtudes matemáticas. Generalmente se da por sentado que todos los grandes matemáticos del mundo helénico fueron griegos; pero se supone que Herón no lo era; probablemente era egipcio. No sólo hizo descubrimientos en geometría y en física, sino también se le imputa la invención de una máquina de vapor. Uno de sus teoremas más interesantes es el que demuestra que cuando la luz procedente de un objeto se refleja sobre espejos, la trayectoria del rayo entre el objeto y el ojo es mínima.
A principios del siglo IV se produjo un renacimiento de la matemática pura, cuando algo del entusiasmo pitagórico por la geometría y el álgebra volvió a existir en Alejandría bajo la influencia de Pappus y Diofanto.
Pappus estaba descubriendo otra importante línea de investigación, ya que formuló la cuestión ¿ cuál es el volumen máximo contenido en un área superficial dada ? Esta fue, tal vez, la primera insinuación de una rama de las matemáticas, denominada cálculo de variaciones.
Diofanto fue el otro gran matemático que dio fama a Alejandría. Es famoso por sus escritos sobre álgebra y vivió en la época de Pappus o tal vez un poco antes. Los principales escritos de Diofanto que se conservan son seis de los trece libros que formaban la Aritmética, y fragmentos de sus Números Poligonales y Porismas. Estos libros comenzaron a atraer la atención de los doctos de Europa mil doscientos años después de haber sido escritos. Como observó Regiomontano en 1463: “en estos libros antiguos se halla oculta la flor y nata del conjunto de la aritmética, el art rei et census que actualmente conocemos por el nombre árabe de álgebra”.
Respecto de la notación utilizada, una antigua clasificación habla de:
Álgebra retórica
Álgebra sincopada
Álgebra simbólica
Y estos nombres sirven para indicar líneas de desarrollo aproximadas. Por álgebra retórica se entiende la expresada en lenguaje ordinario. Luego, entre los antiguos, fueron corrientes síncopas, o abreviaciones, semejantes al empleo en inglés de H.M.S. por His Majesty`s Ship, y otras parecidas. Este perfeccionamiento esencial se lo debemos a Diofanto más que a cualquier otro. La tercera, el álgebra simbólica, se instituyó finalmente, una vez Vieta la hubo inventado, a través de la influencia de Napier, Descartes y Wallis.
(Textos extraídos de “El mundo de las Matemáticas” de James R. Newman – Tomo I – Ediciones Grijalbo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario